Dubrovnik es una preciosa ciudad de Croacia. Recorrer sus calles es un auténtico placer y una de las cosas que más llaman la atención y que le dan un aire muy particular, cuando paseas por ella, son los numerosos farolillos que hay por todas partes. Algunos simplemente iluminan, pero otros sirven, además, como elementos decorativos o para indicar la localización de alguna tienda o restaurante. Estas fotos son de mi viaje allí hace tres veranos.
Dulce y apetitoso reclamo